martes, 5 de diciembre de 2006






1. ¿Qué es el aborto?

En Medicina se entiende por aborto toda expulsión del feto, natural o provocada, en el período no viable de su vida intrauterino, es decir, cuando no tiene ninguna posibilidad de sobrevivir. Si esa expulsión del feto se realiza en período viable pero antes del término del embarazo, se denomina parto prematuro, tanto si el feto sobrevive como si muere.

En el lenguaje corriente, aborto es la muerte del feto por su expulsión, natural o provocada, en cualquier momento de su vida intrauterino.

El aborto es la muerte de un niño o niña en el vientre de su madre producida durante cualquier momento de la etapa que va desde la fecundación (unión del óvulo con el espermatozoide) hasta el momento previo al nacimiento. Se habla de aborto espontáneo cuando la muerte es producto de alguna anomalía o disfunción no prevista ni deseada por la madre; y de aborto provocado (que es lo que suele entenderse cuando se habla simplemente de aborto) cuando la muerte del bebé es procurada de cualquier manera: doméstica, química o quirúrgica.

Los defensores del aborto han procurado cubrir su naturaleza criminal mediante terminología confusa o evasiva, ocultando el asesinato con jerga como "interrupción voluntaria del embarazo" o bajo conceptos como "derecho a decidir" o "derecho a la salud reproductiva". Ninguno de estos artificios del lenguaje, sin embargo, pueden ocultar el hecho de que el aborto es un infanticidio.

EMBARAZO EN ADOLESCENTES

El embarazo entre las mujeres menores de 20 años se ha definido como un problema a partir de 1985, Año Internacional de la Juventud. Los trabajos realizados a partir de entonces dieron testimonio de la gran proporción de población joven en el mundo cercana a la quinta parte de la población mundial. Particularmente en el llamado Tercer Mundo, la proporción de jóvenes entre 15 y 19 años es de casi 25%, por lo cual su conducta sexual y reproductiva es un factor determinante de la velocidad del crecimiento poblacional, así como de la estructura por edad que se perfila en los diversos países.

El embarazo adolescente es un fenómeno multifactorial que abarca dimensiones médicas, socioculturales, psicológicas y económicas.

En México, de acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (Enadid,1992),1 de un total de población de 85 600 000 habitantes, 20 734 989 son jóvenes entre 10 y 19 años de edad.

Puede decirse que la fecundidad temprana es un patrón importante en nuestro país, pues 37% del total de mujeres en edad reproductiva han tenido su primer hijo antes de los 20 años (Welti, 1995).2 De los nacimientos anuales, 16% corresponden a madres menores de 19 años, y una cuarta parte de los atendidos en hospitales de maternidad comprende a mujeres menores de 20 años.

La escolaridad y la ruralidad son los principales factores asociados con la maternidad temprana. Los sectores en que predomina la maternidad temprana corresponden a mujeres sin escuela (60% de los casos) y también a mujeres que viven en comunidades rurales (de menos de 2500 habitantes) (Welti, 1989).3 Asimismo, de acuerdo con los resultados obtenidos por Pick y Atkin, los padres de las adolescentes embarazadas poseen menor grado de escolaridad que los padres del grupo de adolescentes no embarazadas. Además, la mayoría de las adolescentes estudiadas desertaron de la escuela -o tenían bajas calificaciones- antes de embarazarse. También existen antecedentes de embarazos no deseados en sus familias, sobre todo en la madre o en la hermana mayor (Langer y Romero, 1995).4

Potencialmente el embarazo puede producirse desde el momento en que se tiene la primera ovulación o comienza la eyaculación (entre los 12 y 13 años de edad), y puede ocurrir en un solo contacto coital. En estas condiciones, el embarazo es considerado de alto riesgo, ya que antes de los 15 años no está consolidado el desarrollo físico. Además se considera -de manera general- que no es sino hasta los 20 cuando existen las condiciones psicosociales para atender a un hijo.
El hecho de que la morbi-mortalidad infantil sea más elevada cuando las madres son adolescentes, se ha asociado con el grupo socioeconómico representativo más bajo y con el descuido alimenticio, tan frecuente en esta etapa. En ocasiones en el hijo se presentan secuelas de trauma obstétrico con probable coeficiente intelectual inferior al normal. Las complicaciones médicas se dan en un contexto psicosocial nada propicio y difícilmente superable antes de los 20 años.

Los cambios psíquicos por los que atraviesa la adolescente (rebeldía, ambivalencia, necesidad de independencia, confusión ante su imagen corporal, búsqueda de identidad y aislamiento) se suman a los cambios que implica un embarazo, motivo por el cual se producen temores, miedos, desequilibrios emocionales y confusión de identidad, los cuales se manifiestan en forma de depresiones, somatizaciones, intentos de aborto y fantasías de autodestrucción.

A causa del rechazo inicial de la familia, del novio, de la escuela y de la sociedad en general, en la adolescente embarazada frecuentemente se presentan sentimientos de minusvalía. Los padres que ven como una desgracia el embarazo de una hija soltera se sienten culpables ante la situación, y antes de reconocerlo se culpan mutuamente y proyectan sus sentimientos en la adolescente mediante reclamos, hostigamiento y hasta maltrato físico. En ocasiones obligan a sus hijas a contraer un matrimonio precoz y forzado, del que la mayoría de las veces resulta un matrimonio inestable que fracasa y termina en divorcio.

La adolescente que no había desertado antes, suele dejar los estudios y enfrentarse a una frustración personal. En los casos en que continúa estudiando, sus compañeras o compañeros la ven como una carga, sobre todo cuando se trata de trabajar en equipo. En la mayoría de los casos, las jóvenes siguen viviendo en la casa de sus padres o se trasladan a la de sus suegros, sean casados o no. Así que se vuelven más dependientes de los padres" o de los suegros y se ven obligadas a someterse a las reglas familiares, dada la necesidad de apoyo para su hijo. Los roles cambian, los abuelos asumen el papel de abuelos-padres, lo que produce confusión en los padres, en los adolescentes y en el bebé, quien estructura su primera relación humana con una madre-hermana. A largo plazo las consecuencias para el hijo van cobrando importancia. Las confusiones de afecto y relación dificultan su confianza básica y su seguridad personal.

Otras jóvenes deciden abortar, con el consentimiento de los padres o sin él. Puesto que el aborto provocado está penalizado en México (a excepción de los embarazos por violación), éste se practica generalmente en condiciones inadecuadas y por personas no especializadas, lo cual puede acarrear, por lo menos, esterilidad y otros daños a la salud. Aunque en México no existen muchos estudios al respecto, la familia y la pareja suelen tener una influencia importante en cuanto al aborto. Datos cualitativos con adolescentes embarazadas confirman que el aborto fue tema de discusión familiar, y en 51.4% de los casos la decisión de no abortar fue compartida con otros familiares. Es posible que el hecho de haber podido hablar con los familiares sobre el embarazo sea un indicador de una menor probabilidad de que la adolescente aborte; es decir, si existe suficiente confianza para que la adolescente diga que está embarazada, o si los valores predominantes no impiden comunicar el embarazo a la familia, entonces probablemente habrá suficiente apoyo para que la adolescente continúe con su embarazo (Langer y Romero, 1995).

Obviamente, la falta de información y de acceso a los anticonceptivos son factores que también contribuyen al embarazo precoz. Hay quien afirma que "el embarazo es el precio que pagan el y la adolescente por desconocer los métodos anticonceptivos". Sin embargo, más allá de la información y el acceso, el uso de los anticonceptivos entre los adolescentes ocurre rodeado de complejas condiciones culturales y psicológicas. En un estudio cualitativo acerca de las barreras para utilizar anticonceptivos se encontró que hay una visión reproductiva de la sexualidad que hace que ésta aparezca como una amenaza a la feminidad y a la masculinidad. Las mujeres deben ser frágiles y dependientes, por lo que el hecho de cuidarse a sí mismas se interpreta como egoísmo. En tanto, la maternidad y la dedicación a los demás es su valor más importante como mujeres. El hecho de que sus novios les propongan el uso del condón tiene un significado ambivalente: quiere decir que ellos las quieren cuidar y proteger, pero también que no las toman en serio y sólo quieren "satisfacer su placer". Los varones deben ser valientes y seductores ante las mujeres "fáciles", arriesgarlo todo y demostrar su potencia sexual; perder la castidad es dejar de ser niño; con las mujeres que no tienen experiencia ellos pueden desplegar sus dotes como instructores sexuales, fuertes y protectores varones (Rodríguez et al., 1995; Amuchástegui, 1995).5

Dada la complejidad que rodea al embarazo en la adolescencia, los programas preventivos no pueden ser simplistas. Actualmente están encaminándose a considerar el ámbito de las diferentes percepciones de género, las complejas relaciones familiares, los valores y la autoestima, la negociación de medidas preventivas, la toma de decisiones las barreras culturales, para que la vida sexual de los y las jóvenes sea más saludable y éstos manejen elementos que les permitan retrasar su maternidad y paternidad hasta después de los 20 años.

La legislación del aborto es un problema muy extenso, pero dentro de él los puntos más importantes a resaltar y desarrollar son los siguientes:
deben diferenciar dos grandes tipos de abortos, los espontáneos o naturales y los inducidos artificialmente.
Los primeros, espontáneos o naturales, son aquellos en los que no se encuentra presente ninguna decisión personal sobre tal hecho, sino que el propio organismo expulsa el producto debido a diferentes procesos: malformaciones del producto o de la placenta como la placenta previa, desprendimiento de placenta, etc.
En el segundo, artificial, es aquel que se realiza atendiendo a una decisión personal, bien por un consejo médico o bien por un deseo personal.
El aborto, legal o ilegal también daña física y psicológicamente a la mujer y hasta puede acarrearle la muerte. La propaganda pro abortista continuamente proclama la mentira de que el aborto legal es médicamente "seguro", y de que es necesario legalizarlo o despenalizarlo debido a la gran cantidad de muertes maternas causadas por el aborto ilegal. Esta estrategia para legalizar el aborto se llama engañosamente "Maternidad sin riesgos".

Etimológicamente, "la palabra aborto procede del latín abortus o aborsus, derivados de ab-orior opuesto a orior, nacer". El aborto, desde el punto de vista jurídico mexicano, es, según lo define el artículo 329 del Código Penal para el Distrito Federal, en México, Es la muerte del no nacido en cualquier momento del embarazo.

Los partidarios de la liberalización del aborto suelen adoptar como punto de vista lo que puede llamarse "ética de las consecuencias", respondiendo a esta pregunta: si se hace legal el aborto ¿las consecuencias serán mejores o peores que las que se obtienen con el aborto ilegal? Se allegan así las beneficiosas consecuencias en el orden de la higiene, evitar la clandestinidad, decidir libremente sobre "el propio cuerpo", etc.

Quienes se oponen, en cambio, a la legalización del aborto adoptan comúnmente la perspectiva que puede denominarse "ética de los principios". Se toma como punto de partida el principio del respeto a la vida humana.
En la cuestión de los proyectos de ley para legalizar el aborto, algunos partidarios de la legalización necesitan argumentar. Una tarea que se toman en serio porque, muchos de ellos saben que el aborto, en si, es anormal, y también repugnante. Si el aborto fuese generalmente considerado una operación más o menos delicada, pero sin más consecuencias, los partidarios del aborto no tendrían necesidad de vencer resistencias. Esas resistencias existen no sólo en una parte de la población, sino en una parte de los decididos defensores de la legalización del aborto.

Al igual que ha sucedido en años anteriores, se ha desatado en México otra campaña a favor del aborto. Se ha hablado acerca de la conveniencia de efectuar un debate en nuestro país para decidir si es factible despenalizarlo o no.
Es básico que el público llegue a ver la despenalización del aborto como un mero expediente para dar legalidad a algo que sucede ya en la realidad. Una cuestión de salud pública, una manera de ahorrarle al gobierno los costos que ocasionan las "complicaciones" de los abortos mal practicados, una situación de igualdad y justicia, para que todas las clases sociales tengan derecho a un "aborto digno"
Últimamente hemos estado viendo muchísimos datos, cifras y estadísticas (aumentadas, por supuesto) acerca de los abortos clandestinos que se practican en nuestro país y las muertes ocasionadas por las condiciones insalubres en las que se practican: personas sin ningún conocimiento, sin instrumental adecuado, sin higiene, sin escrúpulos y sin el mas mínimo respeto hacia sus semejantes, a la que solo le interesa ganarse unos cuantos pesos... Esta es la clase de gente que hace abortos.
La legalización del aborto tendría un costo para el sector salud de 3 millones 430 pesos diarios, si se realizarán, por la vía legal, los un millón 500 mil legrados que se practican clandestinamente cada año en México.
La legislación implicaría la realización de legrados profesionales. Se calculó que si el año oficial del sector salud tiene 220 días y actualmente se realizan un millón 500 mil abortos clandestinos, cada día se practicarían 65 mil abortos en las clínicas de salud.
Si un médico cuenta con los elementos necesarios intervendría quirúrgicamente en 30 minutos y si trabaja ocho horas, entonces, podría consumar 16 abortos diarios.
Para efectuar los 65 mil abortos se requerirían 4 mil 90 médicos cirujanos, igual cantidad de quirófanos, anestesiólogos, camilleros y afanadoras; 8 mil 180 enfermeras, mobiliario, archivo clínico, laboratorio, camas y salarios. En estas condiciones cada aborto legal sin complicaciones costaría 2 mil 287 pesos.
La legalización del aborto no reduciría la tasa de mortalidad en México por complicaciones en el parto, que actualmente es del 2.7%.
En caso de aprobarse la legalización no hay ninguna ley que pueda obligar a los médicos a ejecutar abortos; “el objetivo de la cirugía es curar, el embrión no es una enfermedad es un ser humano, el cirujano al hacer un aborto le quita la vida a un ser humano y va en contra de los principios de ética de la medicina”.

En México, destaca en este sentido Próvida. Supuestamente bajo el lema de proteger la vida, y cegados por sus creencias, atacan violentamente a todo tipo de campaña que pretenda precisamente disminuir el aborto con el uso de métodos anticonceptivos.
En el otro lado, y en el mismo fundamentalismo, tenemos a los grupos de izquierda y en particular a las feministas. En general, se dedican a promover la legalización del aborto y su aplicación indiscriminada, únicamente para lograr prebendas personales y poder político. Dicen ignorar que la legalización del aborto en Estados Unidos no ha dado los resultados que se esperaban. Sigue siendo la sexta causa de mortalidad materna en Estados Unidos, sin contar un subregistro de algo así como el 50 por ciento ya que estas clínicas abortistas son líderes en la evasión fiscal. Cerca del 10 por ciento de las mujeres que abortan terminan requiriendo transfusiones por las hemorragias que presentan. Casi el 25 por ciento de las que se someten a abortos del segundo trimestre desarrollan esterilidad, debida sobre todo a infecciones. El 42 ó 44 por ciento de los abortos provocados con prostaglandinas se complican.
Para ser justos, hay que reconocer que ambos grupos, los de derecha y de izquierda son igualmente espurios, interesados sólo en su pervivencia y los ámbitos de influencia que quieren consolidar.
El ámbito de decisión individual de la mujer no debe ser violentado por extremistas de estas clases. La mujer, dentro de sus posibilidades y de su libertad individual, es quien debe decidir si recurre o no al aborto. Esta decisión debe ser muy bien evaluada por ella y, llegado el caso, por su pareja. Pero tan sólo por ellos.
El artículo 334 del Código del Distrito Federal es ya un asunto de vida o muerte entre grupo civiles: un fallo de la Suprema Corte que permite el aborto por malformación del producto.
La puerta de la Suprema Corte de Justicia se convirtió en un ring de opiniones entre los que defienden la llamada "Ley Robles", debido a que fue promovida por la ex jefa de Gobierno capitalino, y el grupo antiabortista Próvida, quienes consideran que lo aprobado contradice la Constitución.
El 18 de agosto del 2000, la Asamblea del Distrito Federal aprobó el aborto eugenésico, causal impulsada por Rosario Robles en su administración; el Partido de la Revolución Democrática (PRD) negó que tal fallo se convierta en su " bandera de campaña".
Para Rosario Robles, quien ahora contiende por la dirigencia nacional del PRD, el problema no debe ser visto desde los ángulos moral y religioso, sino como un problema de salud.
El vocero de La Iglesia Católica de México manifestó respeto a las Instituciones del Estado mexicano, pero hizo un llamado a la conciencia de los legisladores.
Según el Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática, 145 mil mexicanas resultan hospitalizadas al año por complicaciones derivadas de abortos mal practicados.
En México la práctica del aborto es, en general, ilegal. Si una mujer queda encinta y decide interrumpir su embarazo, se ve obligada a practicarse un aborto en la clandestinidad. Algunas pueden acudir a servicios higiénicos y seguros. La mayoría, sin embargo, pone en riesgo su salud y hasta su vida, porque carece de recursos para recibir atención adecuada.
Sin embargo, hay siete circunstancias en que no se considera al aborto como delito. Cuando:

1) el embarazo es resultado de una violación,
2) el aborto es provocado accidentalmente
3) a juicio del médico el embarazo pone en riesgo la vida de la mujer,
4) el feto tiene malformaciones genéticas
5) de continuar con el embarazo se provocaría un grave daño a la salud de la mujer,
6) el embarazo es producto de una inseminación artificial no deseada, y
7) la mujer tiene razones económicas para interrumpir el embarazo y es madre de tres hijos.
De estas siete razones sólo la primera (por violación) es válida en todo el territorio nacional. 29 estados contemplan el aborto imprudencial y 28 cuando el embarazo pone en riesgo la vida de la mujer. Así, la constante legislativa en nuestro país es no castigar el aborto por violación, imprudencial y por peligro de muerte. El resto de las causas de aborto no punible varía de un estado a otro.
A pesar de todo, la prohibición del aborto en México no se cumple, pues no se persigue a las mujeres que se practican abortos de manera ilegal.
La mayoría de los países permiten el aborto por razones más amplias: cuando continuar el embarazo pone en riesgo la salud mental de la mujer, por razones socioeconómicas (que en México sólo están consideradas en la ley yucateca) y, en una medida considerable, a solicitud de la mujer.
El aborto es una realidad en México: cifras oficiales indican que el 17.8% de las mujeres en edad reproductiva se han practicado un aborto. La ilegalidad no ha impedido que se sigan realizando abortos, pero sí ha conducido a poner en riesgo la salud y la vida de las mujeres. Es imprescindible modificar las leyes para que las mujeres dispongan de servicios seguros de aborto y disminuya la intensidad del drama que implican los embarazos no deseados








SITUACIÓN LEGAL DEL ABORTO EN MÉXICO.
I.- DESARROLLO HISTÓRICO DE LA LEGISLACIÓN PENAL MEXICANA.
La primera legislación que penaliza al aborto en México data de la época prehispánica, dentro los delitos contemplados en el derecho penal desarrollado por los antiguos mexicanos, la tipología de los delitos se encontraban estrechamente ligados con la defensa de sus creencias religiosas y en segunda instancia la sociedad; ya desde este momento el aborto se entendía como un delito contra la vida, ubicado junto con los de homicidio y lesiones; Se castigaban solo los delitos intencionales, los cómplices eran castigados igual que los responsables principales y era obligación denunciar las intenciones delictuosas de otros; cada pueblo o cada barrio en Tenochtitlan se reunía anualmente para nombrar a un juez, que sólo dictaba sentencia en asuntos de poca importancia y se resolvía en forma inmediata. Los casos graves eran juzgados ante un magistrado que era nombrado por el rey (Cihuacóatl), asistido por un consejo o un tribunal superior, la determinación del Cihuacóatl era de última instancia, pero no podía dictar sentencia de muerte sin la ratificación del rey, o de los cuatro electores que constituían el consejo del Imperio, quienes fallaban en los casos difíciles o de desacuerdo.
Las penas eran muy severas siendo las mas fuertes la muerte por decapitación, estrangulación, machacamiento, cremación, lapidación, empalamiento o descuartizamiento. El aborto se castigaba con pena de muerte a la mujer y a quien la ayudaba, aun que era considerado un delito no contra la religión sino contra la sociedad.
En la época Colonial, el delito en su amplia acepción se definía como ataque ante todo a la religión, y sólo en segundo termino a los intereses particulares, a la sociedad y al estado, las leyes de indias (sancionadas por Carlos II en 1680) permitían que los indígenas conservaran sus usos y leyes mientras no fueran considerados contrarios al cristianismo. En 1774 fue creado el departamento de partos ocultos, que tenia como función recibir el producto de las mujeres españolas que concebían fuera de el matrimonio, se encontraba en un anexo del hospicio de pobres, manejándose con el mayor secreto posible, las mujeres embarazadas llegaban solas con el rostro cubierto y así permanencia en celdas aisladas, aun en el momento del parto; el nombre de estas era solo conocido por el confesor, quien lo anotaba sólo para evitar problemas si sobrevenía la muerte. De esta forma se consideraba que se cuidaba el honor de las familias y se evitaba el aborto, que era penalizado de acuerdo con la influencia de la iglesia católica.
Es hasta el 3 de febrero de 1983 cuando se adiciona en un tercer párrafo el derecho a la protección de la salud como norma constitucional en la constitución de 1917:
Respecto de la legislación penal federal, y específicamente al delito que nos ocupa, es desde el Código de 1871, que se sanciona el aborto consentido, procurado y sufrido, y en su artículo 569 definía:
“llámese aborto en derecho penal: a la extracción del producto de la concepción y a su expulsión provocada por cualquier medio, sea cual fuere la época de la preñez, siempre que esto se haga sin necesidad. Cuando ha comenzado ya el octavo mes del embarazo, se le da también el nombre de parto prematuro artificial, pero se castiga con las mismas penas.”
El código de 1929, en su artículo 1000 conserva la misma definición y solamente variaba al señalar que:
“...con el objeto de interrumpir la vida del producto. Se considerara siempre que tuvo ese objeto el aborto voluntario provocado antes de los ocho meses de embarazo.”
Desde el Código de 1871, ya se contemplaban las atenuantes para el caso de aborto por móviles de honor, con una pena de dos años de prisión, regla seguida por el Código de 1929.
El texto vigente que corresponde al código federal promulgado en 1931, que a letra dice:
Art. 329.- Aborto es la muerte del producto de la concepción, en cualquier momento de la preñez”.
Art. 330.- Al que hiciera abortar a una mujer se le aplicaran de uno a tres años de prisión, sea cual fuere el medio que empleare, siempre y cuando lo haga con el consentimiento de ella...
Art. 332.- Se impondrá de seis meses a un año de prisión a la madre que voluntariamente procure su aborto o consienta que otro la haga abortar, si concurren estas tres circunstancias
a) que no tenga mala fama.
b) que haya logrado ocultar su embarazo.
c) que sea producto de una unión ilegítima.
Faltando alguna de las circunstancias mencionadas, se le aplicarán de uno a cinco años de prisión.
Este código federal ha influido decrecientemente en las legislaciones estatales del país a partir de 1931, pero en la actualidad encontramos que existen textos penales estatales, que establecen excepciones de no punibilidad mas amplias.
El sistema adoptado por la legislación federal mexicana, para determinar la no punibilidad de aborto ha sido el de las indicaciones, consignando el actual código que:
Art. 333.- No es punible el aborto causado sólo por imprudencia de la mujer embarazada, o cuando el embarazo sea resultado de una violación.
Art. 334.- No se aplicará sanción: cuando de no provocarse el aborto, la mujer embarazada corra peligro de muerte...

II.- HISTORIA DE LAS PROPUESTAS LEGISLATIVAS PARA LA
DESPENALIZACIÓN DEL ABORTO EN MÉXICO.

La primera propuesta sobre la despenalización del aborto en el Código Penal Federal y del Distrito Federal, data de 1920, y fue elaborado por un grupo de mujeres feministas quienes en la Convención de Unificación penal, celebrada en 1936 presentaron un texto Intitulado “El aborto por causas sociales y económicas” el cual proponía la despenalización completa del aborto, esta propuesta se enmarca por las autoras en un análisis marxista de la situación social de la mujer.

GRUPO INTERDISCIPLINARIO PARA EL ESTUDIO DEL ABORTO EN MÉXICO (GIA):
Desde el Gobierno Federal, principalmente el ejecutivo, se inicia en 1976 a iniciativa del saliente presidente Luis Echeverría, y coordinación de la entonces Secretaria de Salubridad y Asistencia, se convoca a un grupo de especialistas para estudiar la problemática del aborto, este se integra por 62 personalidades entre médicos ginecólogos, psiquiatras, sacerdotes, abogados. Filósofos, antropólogos y psicólogos, constituyéndose el 16 de agosto del mismo año el Grupo Interdisciplinario para el estudio del Aborto en México (GIA), quienes por aproximadamente tres años se dividen en subgrupos y realizan investigaciones y discusiones sobre la complejidad del tema, en mayo 21 de 1979 es presentado el informe final al entonces presidente José López Portillo, el dictamen de dicho informe indica:
“Se concluyo que el aborto en México constituye un problema serio de SALUD PUBLICA y de SALUD MENTAL.”
Señalaba además que “En México las mujeres abortan pero queremos creer que no lo hacen; el Estado cree castigar al aborto y por ello quiere creer que no existe. Sabemos que se han realizado, desde que están en vigor las leyes actuales, millones y millones de abortos en tanto que el numero de juzgados y sentenciados por este delito es casi imperceptible. La sociedad mexicana cierra los ojos ante el aborto mientras lo practica a escondidas y el fenómeno sigue en aumento, precisamente por la actitud puritana del estado de mantener una norma legal absolutamente inaplicable. Justamente por que existe una situación de hecho en constante aumento, es necesario hacer un esfuerzo por que las ideas correspondan a la realidad. El Gobierno mexicano debe propiciar las corrientes que tratan de cambiar, pacíficamente, al país en ese sentido. No debe temérsele a la opinión publica, ya que ésta sólo requiere de un adecuado manejo de la información relativa al aborto que le prepare para entender el justo alcance de las medidas que se propone tomar”
Las propuestas que se han realizado para despenalizar de manera amplia el aborto voluntario, datan desde los albores de 1920-1937, la cual se de como lo mencionamos a solicitud de un grupo de mujeres feministas, de aquí no es hasta la iniciativa gubernamental en 1976, con la integración del GIA, que se realiza una discusión seria y responsable, obteniéndose los resultados ya denunciados por las mujeres, esta iniciativa no ha sido valorada, ni retomada en su justa dimensión, ya que los resultados y las propuesta que se recomendaba era la necesidad desde entonces por parte de este equipo, en realizar la despenalización del aborto; a efecto de detener y contrarrestar el problema de salud publica que significa para las mujeres.
En 1979 el movimiento feminista a través de la Coalición de mujeres Feministas conformadas en el Frente Nacional de Lucha por la Liberación y los Derechos de las Mujeres, quienes venían pugnando por la no punibilidad del aborto desde 1972, y bajo este contexto, presentan a la Cámara de Diputados del Congreso Federal una propuesta de despenalización y reglamentación dentro del Código Sanitario de esta época, propuesta que fue retomada para su discusión por el entonces grupo Parlamentario Comunista Coalición de Izquierda, siendo discutida en 1980-81 en el Congreso Federal, y la cual fue acompañada de una gran polémica por las campañas organizadas en contra de la propuesta iniciadas principalmente por la jerarquía católica y naciendo en este momento el grupo pro-vida, en México, así como de apoyo a la iniciativa por parte de las mujeres Feministas, sin que se lograra su aceptación, dicha propuesta establecía reformar el Código Penal de la siguiente forma:
Artículo 392.- Aborto punible es la muerte del producto de la concepción después de 12 semanas del embarazo.
Como podemos ver permitía el aborto en cualquier circunstancia siempre que se realizara dentro de los 3 primeros meses de gestación, además de ir acompañada de reformas al Código Sanitario (hoy Ley General de Salud) en donde se reglamentaba la atención medica para la práctica de abortos voluntarios por médicos y parteras.
La congelación del proyecto obedeció principalmente a nuestro juicio y a lo que señalan varias destacadas feministas que participaron, en que pro-vida cuenta con recursos materiales, financieros y de organización que en ese momento histórico rebasan los del movimiento feminista que si bien mantenían ese momento una estructura organizativa sus recursos de apoyo para incidir en la opinión publica eran muy limitados, además de no establecer una relación de apoyo con las estructuras gubernamentales, quienes también evadieron el problema, tal vez por no ser incluido dentro de la iniciativa el partido en el poder durante 70 años.









Aborto espontáneo

Un aborto espontáneo es una experiencia sumamente angustiosa y traumática. Ocurre cuando un embarazo que parecía estar desarrollándose normalmente termina de manera abrupta, dejando a la pareja emocionalmente devastada. Cerca del 15 por ciento de los embarazos que se detectan concluye de esta manera.1
El aborto espontáneo es la pérdida del embarazo antes de las 20 semanas, cuando el feto no está aún en condiciones de sobrevivir fuera del útero materno. La mayoría de los abortos espontáneos tiene lugar durante el primer trimestre, es decir, durante las primeras 12 semanas de embarazo. Hasta el 50 por ciento de los embarazos puede terminar en un aborto espontáneo, ya que muchas pérdidas ocurren antes de que la mujer se dé cuenta de que está embarazada.2
¿Por qué ocurren los abortos espontáneos?
No se conocen bien las causas que provocan los abortos espontáneos. Cuando una mujer sufre un aborto espontáneo durante el primer trimestre, es muy común que su médico no pueda determinar la causa. Sin embargo, la mayoría de los abortos espontáneos ocurre cuando un embarazo no se está desarrollando normalmente y, por lo general, no hay nada que la mujer o su médico puedan hacer para impedirlo.
Entre los factores que, según se ha comprobado, provocan abortos espontáneos durante el primer trimestre, el más común es una anomalía cromosómica en el feto. Los cromosomas son las estructuras celulares diminutas con forma de filamento donde se encuentran nuestros genes, los cuales determinan todos nuestros rasgos, desde el color de los ojos hasta el funcionamiento de nuestros órganos internos. Cada persona tiene 23 pares de cromosomas, o 46 en total. Un cromosoma de cada par proviene del padre y el otro de la madre. Hasta el 70 por ciento de los abortos espontáneos que tienen lugar durante el primer trimestre se origina en anomalías cromosómicas del feto.3
La mayoría de las anomalías cromosómicas es resultado de un óvulo o espermatozoide defectuoso. Antes del embarazo, los óvulos y espermatozoides inmaduros se dividen para formar células maduras con 23 cromosomas. A veces, una célula se divide de manera despareja y produce óvulos o espermatozoides con cromosomas de más o de menos. Si una célula tiene la cantidad incorrecta de cromosomas, el embrión tiene una anomalía cromosómica y, por lo general, se produce un aborto espontáneo. Las anomalías cromosómicas aumentan con la edad y las mujeres mayores de 35 años corren un riesgo mayor de aborto espontáneo que las mujeres más jóvenes.
Las anomalías cromosómicas también pueden producir un “cigoto detenido”, un saco de embarazo que no contiene feto alguno, ya sea porque el embrión no se formó o porque dejó de desarrollarse muy temprano. En las primeras semanas, la mujer puede notar que sus síntomas de embarazo han desaparecido y puede tener sangrado vaginal de color marrón oscuro. Con un examen por ultrasonido podrá observarse que el saco de embarazo está vacío. Un cigoto detenido terminará un aborto espontáneo, que a veces puede tardar varias semanas en producirse. Dado que la espera de un aborto espontáneo es traumática, los médicos suelen recomendar vaciar el útero mediante un procedimiento llamado dilatación y corretaje. Sin embargo, esperar que un aborto espontáneo se produzca de forma natural no debería perjudicar la salud de la mujer ni sus probabilidades de tener un embarazo sano más adelante. La mujer elegirá junto con su médico el método más conveniente.
Hay otros factores que también pueden influir, como infecciones y problemas hormonales o de salud en la madre (por ejemplo, diabetes mal controlada, lupus eritema toso sistémico o enfermedad tiroidea). Un estudio realizado recientemente comprobó que las mujeres con vaginosis bacteriana tienen una probabilidad nueve veces mayor de tener un aborto espontáneo que las mujeres no infectadas.4
Los hábitos de la madre también pueden incrementar su riesgo de sufrir un aborto espontáneo durante el primer trimestre. Los resultados de varios estudios sugieren que las mujeres que beben alcohol, fuman o consumen drogas ilícitas corren un riesgo mayor.5 Otro estudio sugiere que las mujeres que utilizan analgésicos, como medicamentos no esteroides antiinflamatorios y aspirinas, en el período cercano a la concepción también podrían aumentar su riesgo de sufrir un aborto espontáneo.6
El aborto espontáneo durante el segundo trimestre se debe a menudo a problemas en el útero (por ejemplo, un útero de forma anormal) o a un cuello uterino debilitado que se dilata en forma prematura. Al igual que con las pérdidas que ocurren durante el primer trimestre, las infecciones maternas y las anomalías cromosómicas pueden causar abortos espontáneos en un momento posterior del embarazo. Aparentemente, las anomalías cromosómicas causan hasta el 20 por ciento de los abortos espontáneos ocurridos durante el segundo trimestre.3 Estas pérdidas también pueden ser causadas por ciertos problemas en el sistema inmunológico de la madre (por ejemplo, lupus).
Entre los factores que por lo general no incrementan el riesgo de aborto espontáneo se encuentran las relaciones sexuales, el trabajo fuera de la casa (a menos que la mujer esté expuesta a productos químicos tóxicos) y el ejercicio físico.
¿Cuáles son los síntomas del aborto espontáneo?
El sangrado vaginal, a veces acompañado por dolores menstruales o dolores abdominales más fuertes, puede ser una señal de que la mujer está por tener un aborto espontáneo. Es importante recordar que muchas mujeres experimentan dolores menstruales durante los primeros meses del embarazo y que la mayoría no tiene un aborto espontáneo. La mujer debe consultar a su médico si experimenta cualquier tipo de sangrado, aunque sea leve, durante el embarazo. El médico podrá realizarle un examen interno para determinar si el cuello del útero está dilatado (señal de que es probable que se produzca un aborto espontáneo) y, a veces, un examen por ultrasonido y análisis de sangre. Las mujeres que tienen abortos espontáneos deben procurar conservar parte del tejido en un recipiente limpio para que el médico pueda examinarlo.

¿Qué pruebas se realizan después de un aborto espontáneo?
Por lo general, los médicos no realizan ninguna prueba después de un primer aborto espontáneo durante el primer trimestre. Con frecuencia, no se conocen las causas de estos abortos espontáneos, aunque se cree que pueden deberse a anomalías cromosómicas. Cuando la mujer tiene un aborto espontáneo durante el segundo trimestre o ha tenido dos o más durante el primero, suele indicarse alguna de las siguientes pruebas para determinar la causa :
• Análisis de sangre para detectar anomalías cromosómicas en ambos padres (cariotipo) y ciertos problemas hormonales y trastornos del sistema inmunológico de la madre.
• Pruebas para detectar anomalías cromosómicas en el tejido obtenido del aborto espontáneo (en caso de contarse con él).
• Examen por ultrasonido del útero.
• Histeroscopía, visualización del útero a través de un endoscopio especial que se inserta por el cuello del útero.
• Histerosalpingografía, una radiografía del útero.
• Biopsia endometrial, succión de un pequeño trozo de revestimiento uterino para detectar efectos hormonales.
¿Cuáles son las causas de los abortos espontáneos recurrentes?
Si bien los abortos espontáneos suelen ocurrir una sola vez, hasta una de cada dos parejas experimenta dos, tres o más abortos espontáneos seguidos.3 En algunos casos, estas parejas tienen un problema subyacente que provoca estos abortos. Las parejas que han sufrido dos o más abortos espontáneos deben someterse a una evaluación médica completa para conocer la causa de los abortos y saber qué hacer para impedir que se produzcan más. Sin embargo, las pruebas sólo pueden determinar la causa de los abortos espontáneos recurrentes en hasta el 50 por ciento de los casos.1
Entre algunas de las causas conocidas más comunes se encuentran las siguientes:
• Problemas cromosómicos. Si bien los resultados de estudios anteriores sugerían que los problemas cromosómicos sólo se producían una vez, otros estudios más recientes indican que los problemas cromosómicos pueden provocar casi el 50 por ciento de las pérdidas recurrentes de embarazos.1 La mayoría de las parejas que sufren abortos espontáneos recurrentes tiene cromosomas normales, pero existe una probabilidad del 2 al 4 por ciento de que alguno de los dos sea portador de una redistribución cromosómica que no afecta su propia salud pero que puede provocar redistribuciones cromosómicas en el feto y resultar en un aborto espontáneo.1 Se recomienda a ambos padres realizarse un análisis de sangre llamado cariotipo para determinar la presencia de estas redistribuciones cromosómicas.
• Anomalías uterinas. Las anomalías del útero causan entre el 10 y el 15 por ciento de los abortos espontáneos recurrentes.1 Estas pérdidas del embarazo pueden ocurrir en el primer o el segundo trimestre. Algunas mujeres nacen con un útero cuya forma es anormal o que se encuentra dividido en forma parcial o completa. Otras desarrollan tumores no cancerosos (fibroides) o tienen cicatrices en el útero debido a cirugías previas. Estas anomalías pueden limitar el espacio disponible para el feto en crecimiento o interferir con el abastecimiento de sangre al útero. Algunas anomalías uterinas pueden corregirse mediante cirugía, lo cual incrementa las probabilidades de tener un futuro embarazo exitoso. Un cuello uterino debilitado (a veces llamado cuello incompetente) puede causar un aborto espontáneo, por lo general entre las semanas 16 y 18 del embarazo. A veces es posible prevenir los abortos espontáneos recurrentes causados por un cuello uterino debilitado colocando una sutura a su alrededor al comienzo del siguiente embarazo. Este procedimiento se conoce como cerclaje.
• Causas hormonales. Cuando el organismo segrega una cantidad excesiva o insuficiente de ciertas hormonas, puede aumentar el riesgo de aborto espontáneo. Algunos investigadores creen que las bajas concentraciones de la hormona progesterona, que es fundamental durante la primera etapa del embarazo, provocan entre el 25 y el 40 por ciento de las pérdidas tempranas, aunque no se ha podido comprobar.1 Las mujeres que tienen bajas concentraciones de progesterona durante varios ciclos menstruales seguidos, diagnosticado mediante análisis de sangre y una biopsia del endometrio, tienen lo que se llama un defecto de la fase luteínica. El tratamiento con supositorios de progesterona natural o con inyecciones de gonadotropina coriónica humana pueden ayudar a prevenir otro aborto espontáneo. No obstante, los estudios no han probado aún la eficacia de estos tratamientos. Al menos un tercio de las mujeres que sufren varios abortos espontáneos parece tener síndrome de ovario poliquístico, caracterizado por anomalías hormonales y varios quistes en los ovarios. Aún no se conocen bien las causas de los abortos espontáneos recurrentes en estas mujeres.
• Problemas del sistema inmunológico.
• Si bien todas las personas producen proteínas llamadas anticuerpos que las protegen de las infecciones, algunas producen ciertos anticuerpos (llamados auto anticuerpos) que pueden atacar sus propios tejidos y provocar una serie de problemas de salud. Algunos tipos particulares de auto anticuerpos (tales como la anticardiolipina) provocan coágulos de sangre que pueden obstruir los vasos sanguíneos de la placenta. Los estudios sugieren que este y otros anticuerpos relacionados (llamados anticuerpos antifosfolípidos) causan entre el 3 y el 15 por ciento de los abortos espontáneos recurrentes.1 Es posible medir la concentración de anticuerpos mediante análisis de sangre especiales. El tratamiento con bajas dosis de aspirina y del anticoagulante conocido como heparina permiten el nacimiento de un bebé sano en entre el 70 y el 75 por ciento de las mujeres afectadas.1 Una anomalía genética denominada mutación de Leiden del factor V, que afecta la coagulación sanguínea, también puede influir en la recurrencia de las pérdidas. Los investigadores están estudiando si el tratamiento con aspirina y heparina pueden ayudar a prevenir estas pérdidas también.
• Infecciones y otros factores. Ciertas infecciones asintomáticas del tracto genital podrían desempeñar un papel importante en los abortos espontáneos recurrentes. Sin embargo, no se recomiendan actualmente pruebas de rutina (en las mujeres que no presentan síntomas) en el caso de infecciones. La exposición de la mujer embarazada o de su pareja a ciertos disolventes industriales en el trabajo puede provocar a veces un aborto espontáneo. Las parejas deben consultar a su médico acerca de los productos químicos a los que están expuestos en sus lugares de trabajo.
Aunque no pueda encontrarse la causa de sus abortos espontáneos recurrentes, las parejas en esta situación no deben perder las esperanzas: aun sin tratamiento alguno, alrededor del 60 al 70 por ciento de las mujeres que han sufrido abortos espontáneos recurrentes logra tener finalmente un embarazo saludable.1
¿Cuánto debe esperar la mujer para intentar quedar embarazada de nuevo?
La mujer no debe intentar quedar embarazada de nuevo hasta que esté lista física y emocionalmente y hasta que se le hayan realizado las pruebas recomendadas para determinar la causa del aborto espontáneo. Desde el punto de vista médico, se cree que para la mujer es seguro concebir un bebé después de tener un período menstrual normal (si es que no está siendo sometida a pruebas o tratamientos por causa de la pérdida de su embarazo). Sin embargo, desde el punto de vista emocional, la mujer puede necesitar más tiempo para sentirse preparada para intentar concebir otra vez.
Muchas mujeres que han experimentado abortos espontáneos tienen temor de perder el embarazo siguiente también. Afortunadamente, la gran mayoría de las mujeres que han tenido un aborto espontáneo tiene un embarazo normal la siguiente vez, al igual que el 60 al 70 por ciento de aquellas que han perdido el embarazo dos o tres veces.
























Aborto inducido
Se han realizado varios estudios para entender en profundidad el proceso que las mujeres viven cuando tienen que decidir sobre un embarazo no deseado. La reacción inicial es generalmente de ira y angustia, después, la mujer entra a un proceso de decisión entre su bienestar personal y el bienestar del feto. Hay varias preguntas importantes que se hace la mujer en este proceso.
Preguntas que giran en torno al bienestar

El bienestar del bebé
¿Debo tener el bebé porque éste tiene derecho a vivir?
¿Debo abortar porque el niño tiene derecho a nacer en una familia estable donde pueda tener lo que necesita para ser feliz?
¿Debo abortar porque el bebé tiene un defecto tan grande que no podrá desarrollarse normalmente y esto le causará muchas dificultades e infelicidad?
Si tengo el bebé, ¿tengo la obligación moral de criarlo yo o debería darlo en adopción?
¿Podrá este bebé ser feliz si yo no estoy dispuesta a tenerlo o criarlo?
Si yo no estoy dispuesta a tenerlo y criarlo, ¿habrá otros que verdaderamente puedan hacerlo y lo hagan bien?
¿Es justo que dé la responsabilidad de criar un hijo mío a otras personas, lo harán bien?
¿Preferirá una persona nacer sin haber sido deseada o preferirá no haber venido al mundo?
La respuesta a cada una de estas preguntas es validada por la mujer. Sus valores personales y los valores de la sociedad influyen en la decisión que tome. La decisión también depende del apoyo emocional, físico y económico, a corto y largo plazo, que tenga. No es una decisión fácil para la mayoría de mujeres. Esta decisión se vuelve mucho más complicada cuando el acceso al aborto inducido no es legal. El precio de abortos inducidos en países en que el aborto es ilegal es sumamente elevado, los servicios son de mucha peor calidad, y la búsqueda del aborto es difícil, angustiosa, y excesivamente riesgosa, además de que si es descubierto, el castigo social y legal por abortar puede ser intolerable.
Quienes abogan por la legalización del aborto, dicen que cuando éste es legal, la mujer puede tomar la decisión con más calma, sopesa con claridad y objetividad sus valores personales, y llegando a una conclusión con la que se responsabiliza.
Los abortos inducidos son aquellos que ocurren por una intervención mecánica o química externa. Existen dos tipos de aborto inducido: el terapéutico y el voluntario.
El aborto terapéutico es aquel que se realiza con el propósito de proteger la salud de la madre o por evitar que el niño nazca con problemas de salud permanentes (por ejemplo, deformaciones físicas graves en el feto). También se considera aborto terapéutico el que se realiza cuando el embarazo es producto de violación o incesto.
El método actual más comúnmente utilizado es el de curetaje por succión.

El aborto por succión se hace entre la 6ta y la 12va semana. Este método se lleva a cabo introduciendo un tubo a través de la cerviz (la entrada del útero), el cual está conectado a un potente aspirador que destroza el cuerpo del bebé mientras lo extrae. Después, con este tubo o con una cureta (cuchillo curvo de acero) el abortista corta en pedazos la placenta separándola de las paredes del útero y la extrae. Casi el 95% de los abortos se hacen en esta forma. A veces se pueden identificar claramente las partes del cuerpo. Se inserta en el útero un tubo hueco que tiene un borde afilado, una fuerte succión despedaza al bebé y lo deposita en un recipiente.
El curetaje por succión es un método muy eficaz y tiene un alto nivel de seguridad. La mayoría de abortos inducidos se realiza con este método abortivo se utiliza a finales del primer trimestre o principios del segundo, cuando el bebé ya es demasiado grande para ser extraído por succión. Es similar a este método, pero en vez de despedazar al bebé por aspiración, se utiliza una cureta o cuchillo, provisto de una cucharilla, con una punta afilada con la cual se va cortando al bebé en pedazos, con el fin de facilitar su extracción por el cuello de la matriz. Luego se sacan éstos pedazos con la ayuda de fórceps. Este procedimiento tiene más riesgos para la mujer que el método de succión.

También esta aborto inducido por medicamentos

¿Qué es el aborto inducido por medicamentos?
El aborto inducido por medicamentos es el uso de medicamentos para terminar un embarazo. Los estudios indican que el aborto inducido por medicamentos es efectivo hasta 56 días después del comienzo del último período.

¿Cómo funciona el aborto inducido por medicamentos?
El aborto inducido por medicamentos consta de tres pasos. En el primer paso, tu profesional de la salud te aplicará una inyección de metotrexato o una dosis de mifepristona en tableta. En el segundo paso, tomarás otro medicamento llamado misoprostol en tableta. En el tercer paso, regresarás al profesional de la salud para una visita de seguimiento.
Paso uno
Metotrexato — detiene el embarazo en el útero. También puede detener aquellos embarazos que se desarrollan en las trompas de Falopio, es decir embarazos he tópicos.
Mifepristona — bloquea la hormona progesterona. Sin progesterona, el revestimiento del útero se desintegra, terminando el embarazo.
El metotrexato y la mifepristona afectan al cuerpo de modo diferente. La mifepristona se usa con más frecuencia que el metotrexato, porque es más efectiva y más predecible. Un profesional de la salud te puede ayudar a decidir qué es lo mejor para ti.
Paso dos
Misoprostol — hace que el útero se contraiga y vacíe.
Paso tres
Seguimiento. El profesional de la salud debe asegurarse que se ha producido el aborto en forma completa. Necesitarás un ultrasonido o análisis de sangre.
¿Cuánto demora?
El proceso del aborto inducido por medicamentos comienza inmediatamente después de recibir la mifepristona o el metotrexato. Algunas mujeres pueden empezar a perder sangre ligeramente antes de tomar el misoprostol. Pero la mayoría empiezan a sangrar y a sentir dolores asociados con el aborto inducido por medicamentos después de tomar el misoprostol.
Más del 50 por ciento de las mujeres que usan mifepristona abortan dentro de las cuatro a cinco horas después de tomar el misoprostol. Es posible sangrar intensamente por aproximadamente 13 días. El sangrado ligero puede durar varias semanas. El 92 por ciento de los abortos con mifepristona se completan en el plazo de una semana. Sólo el 75 por ciento de los abortos con metotrexato se completan en ese plazo — puede durar hasta cuatro semanas.
Es importante recordar que si eliges el aborto inducido por medicamentos tendrás que ir al consultorio del profesional de la salud más de una vez.













CONCECUENCIAS FISICAS DEL ABORTO

MUERTE:
Las primeras causas de muerte en relación con el aborto son hemorragia, infección, embolia, anestesia, y embarazos ectópicos sin diagnosticar [ undiagnosed ]. El aborto legal constituye la quinta causa de muerte de gestantes en los EE. UU, aunque de hecho se sabe que la mayoría de muertes relacionadas con el aborto no son registradas oficialmente como tales.(2)

CÁNCER DE MAMA:
El riesgo de cáncer de mama casi se dobla después de un aborto e incluso se incrementa aún más con dos o más abortos.(3)

CÁNCER DE OVARIOS, HÍGADO Y CERVICAL (cuello uterino):
Las mujeres con un aborto se enfrentan a un riesgo relativo de 2.3 de cáncer cervical, en comparación con las mujeres que no han abortado, y las mujeres con dos o más abortos encaran un riesgo relativo de 4.92. Riesgos igualmente elevados de cáncer de ovario e hígado se ligan con el aborto único o múltiple. Estos porcentajes incrementados de cáncer para el caso de mujeres que han abortado se vinculan aparentemente a la interrupción no natural de los cambios hormonales que acompañan al embarazo, así como a la lesión cervical no tratada. (4)

PERFORACIÓN DE ÚTERO:
Entre un 2 y un 3 % de las pacientes de aborto pueden sufrir perforación del útero; es más, la mayoría de estas lesiones quedarán sin ser diagnosticadas ni tratadas a no ser que realice una visualización mediante laparoscopia. (5) Esta clase de examen puede resultar útil cuando se inicia un proceso judicial por negligencia en la práctica del aborto. El riesgo de perforación uterina se incrementa para las mujeres que ya han tenido hijos y para las que reciben anestesia general durante la realización del aborto.(6) El daño en el útero puede complicarse en ulteriores embarazos y eventualmente puede acarrear problemas que requieran una histerectomía, lo que de por sí puede conllevar diversas complicaciones adicionales y lesiones que incluyen la osteoporosis.


DESGARROS CERVICALES (cuello del útero):
En al menos un uno por ciento de abortos realizados en el primer trimestre se producen importantes desgarros cervicales que requieren sutura. Las laceraciones de menor envergadura o las micro-fracturas, que normalmente no son tratadas, pueden también a la larga perjudicar la función reproductiva. La lesión latente post-aborto puede abocar a una posterior incompetencia cervical [ subsequent cervical incompetence ], parto prematuro y complicaciones durante el parto. El riesgo de lesión cervical es mayor en adolescentes, para abortos realizados en el segundo trimestre, y cuando los facultativos no usan laminaria (sic) para dilatar el cuello uterino.(7)

PLACENTA PREVIA (sic):
El aborto incrementa el riesgo de placenta previa en ulteriores embarazos (una circunstancia que pone en peligro tanto la vida de la madre como su embarazo deseado), en una escala de entre siete y quince. El desarrollo anormal de la placenta debido a lesión uterina aumenta el riesgo de malformación fetal, muerte perinatal y efusión excesiva de sangre durante el parto. (8)

RECIÉN NACIDOS DISCAPACITADOS EN POSTERIORES EMBARAZOS:
El aborto se asocia con lesiones cervicales y uterinas que pueden incrementar el riesgo de parto prematuro, complicaciones en el parto y desarrollo anormal de la placenta en posteriores embarazos. Estas complicaciones reproductivas constituyen las causas principales de las minusvalías en recién nacidos. (9)

EMBARAZO ECTÓPICO:
El aborto está relacionado de forma importante con un riesgo añadido de embarazos ectópicos posteriores. Los embarazos ectópicos, a su vez, amenazan la vida y pueden llevar a un descenso en la fertilidad. (10)

AFECCIÓN INFLAMATORIA PÉLVICA [ pelvic inflammatory disease (PID) ]:
Se trata de una enfermedad que puede poner en peligro la vida y conllevar un riesgo añadido de embarazo ectópico y reducción de fertilidad. De entre las pacientes que tienen una infección por clamidia [ a chlamydia infection ] en el momento del aborto, un 23 % desarrollará PID en cuatro semanas. Algunos estudios han arrojado que entre un 20 y un 27 % de pacientes que abortan sufren una infección por clamidia. Aproximadamente un 5 % de pacientes que no han sido infectados por clamidia desarollan PID dentro de las 4 semanas posteriores a un aborto realizado durante el primer trimestre. Es por tanto razonable suponer que cuantos practican abortos previenen y tratan tales infecciones antes del aborto. (11)


ENDOMETRITIS:
La endometritis representa un riesgo post-aborto para todas las mujeres, pero en especial para las adolescentes, las cuales tienen una probabilidad 2.5 veces mayor de contraer endometritis después de un aborto que las mujeres con edades entre 20 y 29 años. (12)


COMPLICACIONES INMEDIATAS:
Alrededor de un 10 % de mujeres que se someten a un aborto provocado sufrirán complicaciones inmediatas, de las cuales aproximadamente un quinto (2 %) tienen la consideración de riesgo mortal. Las nueve grandes complicaciones más comunes que pueden darse durante la práctica del aborto son: infección, efusión excesiva de sangre, embolia, desgarro o perforación del útero, complicaciones de la anestesia, convulsiones, hemorragia, lesión cervical y "shock" endotóxico. Las complicaciones 'menores' más comunes incluyen: infeccion, efusión de sangre, fiebre, quemaduras de segundo grado [ second degree burns ], dolor abdominal crónico, vómitos, problemas gastro-intestinales, y sensibilización del Rh [ Rh sensitization ]. (13)


RIESGOS AÑADIDOS PARA LAS MUJERES CON MÚLTIPLES ABORTOS:
En general, la mayoría de los estudios arriba citados reflejan factores de riesgo para mujeres que se han sometido a un solo aborto. Estos mismos estudios muestran que las mujeres que tienen abortos múltiples encaran un riesgo mucho mayor de sufrir tales complicaciones. Este punto es especialmente digno de ser mencionado desde el punto y hora en que alrededor de un 45 % de todos los abortos se practican en mujeres que ya habían abortado antes.


RIESGOS AÑADIDOS PARA LAS ADOLESCENTES:
Las adolescentes, que suponen aproximadamente un 30 por ciento de las mujeres que abortan, se exponen a un riesgo mucho más alto de sufrir numerosas complicaciones relacionadas con el aborto. Esto reza tanto para las complicaciones inmediatas como para los perjuicios reproductivos a largo plazo. (14)


PEOR ESTADO DE SALUD GENERAL:
En un estudio realizado sobre 1.428 mujeres, los investigadores descubrieron que los embarazos malogrados y en particular los debidos a aborto provocado se asociaban de manera significativa a una salud general más deficiente. Los abortos múltiples correspondían a una valoración todavía peor de la salud presente. Mientras que la interrupción del embarazo por causas naturales iba en detrimento de la salud, el aborto provocado resultó estar más estrechamente relacionado con una salud deficiente. Tales hallazgos confirman investigaciones anteriores que arrojaban que durante el año siguiente a un aborto las mujeres visitaban a su médico de cabecera un 80 % más por toda clase de razones y un 180 % más por razones psico-sociales. Los autores también se encontraron con que si hay un compañero presente y que no presta apoyo [not supportive], el porcentaje de aborto natural se eleva a más del doble y el de aborto provocado es cuatro veces mayor que si él está presente y apoyando. Si el compañero está ausente, el porcentaje de aborto provocado es seis veces mayor. (15)


RIESGO AÑADIDO POR FACTORES QUE HACEN PELIGRAR LA SALUD:
El aborto está en buena medida ligado a cambios de conducta tales como promiscuidad, tabaquismo, abuso de las drogas y desórdenes alimenticios que en conjunto contribuyen a incrementar los riesgos de padecer problemas de salud. Por ejemplo, la promiscuidad y el aborto están ambos relacionados con un aumento de las tasas de PID y embarazos ectópicos. Cuál de los dos contribuye más es algo todavía incierto, pero deslindarlo puede ser irrelevante si la promiscuidad es de por sí una reacción al trauma post-aborto o a la pérdida de autoestima.


Consecuencias Psicológicas del aborto
NECESIDAD DE TRATAMIENTO PSICOLÓGICO:
En un estudio realizado sobre pacientes post-aborto a sólo 8 semanas de haber abortado, los investigadores hallaron que el 44 % se quejaba de trastornos nerviosos, el 36 % había sufrido alteraciones del sueño, el 31 % tenía arrepentimientos por la decisión tomada y al 11 % le habían sido prescritos fármacos psicotrópicos por su médico de cabecera. (2) Un estudio retrospectivo que abarcaba un período de cinco años en dos provincias canadienses detectó que el recurso a los servicios médicos y psiquiátricos era sensiblemente mayor entre mujeres que habían abortado. Lo más revelador fue la conclusión a la que se llegó, según la cual el 25 % de mujeres que habían abortado visitaban a los psiquiatras frente al 3 % del grupo de control [ 3 % of the control group ]. (3) Las mujeres que han abortado tienen bastantes más probabilidades que otras de requerir el ingreso posterior en un hospital psiquiátrico. Adolescentes, mujeres separadas o divorciadas, y aquéllas en cuya historia clínica figura más de un aborto encaran un riesgo especialmente alto. (4)
Puesto que muchas mujeres tras un aborto recurren a la represión como mecanismo de defensa [ as a coping mechanism ], puede darse un largo período de negación antes de que una mujer requiera tratamiento psiquiátrico. Estos sentimientos reprimidos son susceptibles de causar afecciones psicosomáticas y psiquiátricas o de conducta en otras facetas de la vida de la mujer. En consecuencia, algunos asesores [counselors; al parecer, se refiere a ciertos peritos de los procesos judiciales norteamericanos] informan del hecho de que la angustia [ distress ] por un aborto que no se quiere reconocer es lo que en realidad subyace en muchas de sus pacientes, incluso aunque se hayan dirigido a ellos en demanda de terapias para problemas que aparentemente nada tienen que ver con ello. (5)


TRASTORNOS POR ESTRÉS POST-TRAUMÁTICO (en inglés PTSD o PAS):
Un importante muestreo concluyó que al menos un 19 % de mujeres que han abortado padecen trastornos por estrés post-traumático (PTSD). Aproximadamente la mitad presentaba muchos de los síntomas de PTSD, aunque no todos, y entre un 20 y un 40 por ciento mostraban niveles de estrés que fluctuaban entre moderados y altos, así como conducta evasiva respecto a sus experiencias abortivas. (6) Puesto que nos hallamos ante una alteración grave que puede estar presente en muchas demandantes, y que no es fácilmente comprendida fuera de la profesión de asesor, el siguiente resumen será más completo que otros apartados de esta sección. El PTSD es una disfunción psicológica producto de una experiencia traumática que anula los mecanismos normales de defensa de una persona, derivando en miedo intenso, sensación de desvalimiento o de estar atrapado, o en pérdida del control. El riesgo de que una experiencia resulte traumática se incrementa cuando el hecho traumatizante es percibido como susceptible de conllevar amenazas de lesión física, violación sexual o presencia personal o participación en una muerte violenta. Se da el PTSD cuando el hecho traumático produce la hiperexcitabilidad [ hyperarousal ] de los mecanismos de defensa de vuelo o lucha [ flight or fight ]. Tal hiperexcitación provoca que estos mecanismos de defensa se desorganicen, desconectados de las circunstancias presentes, y empiecen a funciona por su cuenta, dando lugar a una conducta anormal y a graves transtornos de la personalidad. A guisa de ejemplo de esta deconexión de funciones mentales, puede ocurrir que alguna víctima de PTSD experimente una intensa emoción, pero sin clara memoria del hecho; otros pueden recordar cada detalle pero sin emoción; otros incluso pueden revivir tanto el hecho como las emociones en furtivas y abrumadoras experiencias de flashback. (7)

Las mujeres pueden interiorizar el aborto como una experiencia traumática por varias razones. En muchos casos llegan a él forzadas por maridos, novios, padres u otros. Si la mujer ha sido victima en repetidas ocasiones de abuso de posición dominante, el aborto forzado puede ser percibido como la violación definitiva en el curso de una vida marcada por el abuso. Otras mujeres -sin importar cuánto de imperioso tuviesen las razones por las que recurrieron al aborto- pueden incluso percibir el final de su embarazo como la muerte violenta causada a su propio hijo. El miedo, la ansiedad, el dolor y la culpa asociada al procedimiento aparecen entreverados en esta percepción de muerte violenta y grotesca. Algunas mujeres aun dan cuenta de que el dolor del aborto, desatado sobre ellas por un extraño enmascarado que asalta su cuerpo, se siente como idéntico al de una violación. (8) En efecto, los investigadores han concluido que las mujeres en cuya historia clínica constan agresiones sexuales pueden sentir mayor angustia durante y después de la práctica del aborto a causa de estas asociaciones entre ambas experiencias. (9) Cuando el factor de estrés que conduce al PTSD es el aborto, algunos clínicos lo denominan Síndrome Post-aborto (PAS).

El primero consiste en una intervención inapropiada y crónica de los mecanismos de defensa fight or flight. La persona se halla por lo visto en permanente alerta frente a amenazas de peligro. Los síntomas de hiperexcitación incluyen: respuestas exageradamente sobresaltadas, ataques de ansiedad, irritabilidad, explosiones de ira o rabia, conducta agresiva, dificultad para concentrarse, hipervigilancia, dificultad para conciliar el sueño o mantenerse despierto, o reacciones fisiológicas ante situaciones que simbolicen o se asemejen a algún aspecto de la experiencia traumática (por ejemplo, aceleración del pulso o sudoración durante un examen pélvico, o al tiempo de oír el sonido de una bomba neumática).

La intrusión consiste en revivir el hecho traumático involuntaria e inesperadamente. Los síntomas de intrusión en los casos de PAS incluyen: pensamientos recurrentes e intrusivos sobre el aborto o el niño abortado,flashbacks en los que las mujeres vuelven a vivir momentáneamente un aspecto de la experiencia abortiva, pesadillas sobre el aborto o el niño, o reacciones de intenso pesar o depresión en la fecha del aniversario del embarazo abortado o del aborto.

La constricción consiste en paralizar los recursos emocionales o en desarrollar patrones de conducta, de forma se que eviten los estímulos asociados con el trauma. Se trata de la conducta evasiva [ o de evitación: "avoiding ]; un intento de negar y de evitar las sensaciones negativas de gente, lugares, o cosas que agraven las sentimientos negativos asociados con el trauma. En los casos de trauma post-aborto, la constricción puede incluir: incapacidad para recordar la experiencia abortiva o partes importantes de ella; esfuerzos por evitar actividades o situaciones que puedan excitar los recuerdos del aborto; abandono de relaciones, en especial, alejamiento de aquéllas que tuvieron que ver con la decisión de abortar; evitación de hijos; intentos de evitar o negar pensamientos o sensaciones relacionadas con el aborto; escasa presencia de sentimientos relacionados con el amor o la ternura; visión del futuro como en escorzo (p. ej. no esperar tener una carrera, casarse, criar hijos o una vivir una vida larga); interés reducido por actividades con las que antes se disfrutaba; abuso de drogas o alcohol; pensamientos o actos suicidas y otras tendencias autodestructivas.

Como ya se mencionó, el estudio de Barnard identificó un porcentaje del 19 % de PTSD entre mujeres a las que les fueron practicados abortos entre tres y cinco años antes. Pero en realidad el porcentaje efectivo es mayor con toda probabidad. Como la mayoria de los estudios post-aborto, el de Barnard estaba lastrado por un porcentaje de omisiones del 15 % [ a fifty percent drop out rate ]. La experiencia clínica ha demostrado que las mujeres que menos suelen cooperar en una investigación post-aborto son aquéllas a las que el aborto ha causado mayor angustia psicológica. La investigación ha confirmado esta intuición, demostrando que las características demográficas de las mujeres que rechazan la evaluación posterior, coinciden en su mayoría con las de las mujeres que padecen la angustia post-aborto más acentuada. (10) La extraordinariamente alta tasa de negativas a participar en estudios post-aborto puede ser interpretada como evidencia de constricción o de conducta de evitación (no querer pensar en el aborto) que es un destacado síntoma de PTSD.

Para muchas mujeres, el comienzo o la identificación inequívoca de los síntomas del PTSD puede demorarse durante varios años. (11) Hasta que una persona aquejada de PTSD ha recibido consejo y logrado un adecuado restablecimiento, el PTSD puede dar lugar a una incapacidad psicológica que impediría a una paciente de aborto afectada interponer una demanda judicial dentro del período normal establecido por la ley. Esta incapacidad puede, sin embargo, proveer de base legal para obtener una prórroga de dicho plazo.


DISFUNCIÓN SEXUAL:
Entre un treinta y un cincuenta por ciento de mujeres que han abortado declaran sufrir disfunciones sexuales, tanto de breve como de larga duración, que comienza inmediatamente después de sus respectivos abortos. En concreto pueden incluir uno o varios problemas de los que se detallan a continuación: ausencia de placer en las relaciones, dolor añadido, aversión al sexo o a los hombres en general, o desarrollo de una forma de vida de tipo promiscuo. (12)


PLANTEAMIENTOS SUICIDAS E INTENTOS DE SUICIDIO:
Aproximadamente un 60 por ciento de mujeres que experimentan secuelas post-aborto declaran albergar ideas suicidas, con un un 28 por ciento que intenta realmente suicidarse, de las cuales la mitad lo ha hecho en dos o más ocasiones.

Investigadores finlandeses han identificado una estrecha relación estadística entre el aborto y el suicidio en un estudio basado en registros. Los 73 suidicidios identificados se asociaban en el espacio de un año a embarazos que acababan ya de forma natural, ya por aborto provocado. La tasa media anual de suicidio femenino en general era de 11.3 por cada 100.000. La tasa de suicidios asociados con nacimientos era significativamente más baja (5.9). Las tasas para interrupción del embarazo eran sensiblemente más altas. Para el aborto natural, la tasa era de 18.1 por cada 100.000 y para el aborto provocado de 34.7 por cada 100.000. La tasa de suicidio dentro del año posterior a la práctica del aborto era tres veces más alta que la tasa general femenina, siete veces más elevada que para las mujeres que llevan a término su embarazo, y casi el doble de alta que la de las mujeres que habían sufrido un aborto por causas naturales. (13)


REFUERZO DEL HÁBITO DE FUMAR CON LOS CORRESPONDIENTES EFECTOS NEGATIVOS PARA LA SALUD:
El estrés post-aborto se vincula con una acentuación del tabaquismo. Las mujeres que abortan tienen el doble de probabilidades de convertirse en grandes fumadoras y de sufrir los correspondientes riesgos sobre la salud. (14) Las mujeres que han abortado tienen también mayor probabilidad de continuar fumando durante los posteriores embarazos deseados, con el riesgo añadido de muerte neonatal o anomalías congénitas. (15)


ABUSO DEL ALCOHOL:
El aborto se vincula de forma significativa con un riesgo doblemente añadido de abuso del alcohol entre las mujeres. (16) El aborto seguido de abuso del alcohol se vincula con conductas violentas, divorcio o separacion, accidentes de tráfico, y pérdida del puesto de trabajo. (17) (ver también New Study Confirms Link Between Abortion and Substance Abuse)


ABUSO DE LAS DROGAS:
El aborto se halla significativamente ligado a abuso posterior de las drogas. Además de los costes psico-sociales que supone tal abuso, la adicción las drogas se vincula con riesgo incrementado de contraer infecciones por VIH/SIDA, malformaciones congénitas y conducta agresiva. (18)


DESÓRDENES ALIMENTICIOS:
Para algunas mujeres al menos, el estrés post-aborto se asocia con desórdenes en la ingestión de alimentos tales como comer compulsivamente [ binge eating ], bulimia, y anorexia nerviosa. (19)


DESCUIDO DE LOS NIÑOS O CONDUCTA ABUSIVA HACIA ELLOS:
El aborto se vincula con mayores niveles de depresión, conducta violenta, abuso del alcohol y de las drogas, embarazos 'de sustitución o reemplazo', y relajación de los lazos que unen a las madres con los hijos habidos posteriormente. Estos factores se asocian estrechamente con el trato abusivo hacia los niños y parecen confirmar particulares valoraciones clínicas que vinculan el trauma post-aborto con abuso infantil subsiguiente. (20)


DIVORCIO Y PROBLEMAS CRÓNICOS DE RELACIÓN:
Para la mayor parte de las parejas, un aborto crea problemas imprevistos en su relación. Las parejas que han recurrido al aborto están más expuestas a divorciarse o a separarse. Muchas mujeres que abortan desarrollan una mayor dificultad para establecer lazos duraderos con un compañero. Esto puede deberse a que el aborto se relaciona con reacciones tales como baja autoestima, mayor desconfianza hacia los hombres, disfunción sexual, abuso de substancias y niveles incrementados de depresión, ansiedad y cólera pasajera [ volatile anger ]. Las mujeres que se han sometido a más de un aborto (que representan alrededor del 45 % de todos los abortos) tienen mayor probablidad de requerir ayudas públicas, en parte porque también tienen más probabilidades de acabar constituyendo familias monoparentales. (21)


ABORTOS DE REPETICIÓN ( repeat abortions ):
Las mujeres a las que les ha sido practicado un aborto arrostran un riesgo añadido de volver a abortar en el futuro. Las mujeres que cuentan con una experiencia abortiva anterior tienen una probabilidad cuatro veces mayor de volver a interrumpir voluntariamente su embarazo que aquéllas que no tienen historia abortiva previa. (22)

Este riesgo incrementado se asocia con el aborto anterior por la baja autoestima, un consciente o inconsciente deseo de llevar a cabo un embarazo 'de sustitición', y una mayor actividad sexual post-aborto. Los abortos posteriores pueden producirse por culpa de deseos conflictivos de quedar embarazada y tener un hijo y presiones continuas en favor del aborto, como puede ser el abandono por parte del nuevo compañero. En los abortos de repetición se da cuenta también de cierta clase de auto-punición. (23)

Aproximadamente un 45 % de todos los abortos son ahora abortos de repetición. El riesgo de caer en un patrón de aborto de repetición debería ser comentado con la paciente a la vista de su primer aborto. Es más, puesto que las mujeres a las que se les ha practicado más de un aborto se exponen a un importante riesgo añadido de sufrir secuelas físicas y psíquicas, tales riesgos cualificados deberían ser ampliamente comentados con las mujeres que optan por abortar.

Síndrome Post Aborto

El Síndrome Post Aborto es el sentimiento de culpa que acompaña constantemente a la madre, generando una serie de síntomas que son un "lastre emocional", una carga psicológica que puede incluso acompañarla por toda la vida. Hay casos de mujeres que en su lecho de muerte tienen que confesar su culpa para poder liberar esa angustia vivencial que han llevado con ellas por largos años.

Síntomas
(Puede mostrar uno o varios de ellos)
Trastornos psico-patológicos:

Depresión: Trastorno psicológico de la conducta por el cual se experimenta una apatía por la vida. Se pierde la razón del ser mismo. Hay diferentes grados dependiendo de la dinámica personal de quien la sufre.
Angustia: miedos constantes agresividad, sentimientos de culpabilidad

Neurosis: delirios de persecución , alucinaciones, locuciones de su hijo que la llama constantemente, que lo mira o lo relaciona con otros niños
Fármaco dependencia: O dependencia a los fármacos, por insomnio, ansiedad, depresión etc., producto de un recuerdo que no se puede evadir tan fácilmente.

Alcoholismo - drogadicción: Como evasión de un recuerdo emocionalmente negativo del cual huyen a través del alcohol y/o las drogas provocando en la mayoría de los casos la desintegración del hogar.

Desórdenes en las relaciones inter-personales: Pueden ser de varios tipos.
De rechazo: Unos se canalizan como una aversión al esposo o al amante. A niveles del inconsciente hay una relación traumática estrecha entre acto sexual y aborto que genera un rechazo hacia la persona que pueda ocasionarle un embarazo. De auto-rechazo: cuando no se perdonan ellas mismas y constantemente se juzgan muy duramente sobre sus propios actos, generando frustración constante

Divorcio: Desembocan en divorcio muchas de las parejas que unieron sus vidas después de ser partícipes de la decisión de un aborto, ya que se inculpan uno al otro de las diferentes consecuencias que a largo plazo conlleva el procedimiento abortivo. (Esterilidad, Frigidez, desórdenes en las relaciones inter-personales etc.)

Tendencia al suicidio: Este trastorno psicopatológico ocurre cuando el grado de culpabilidad ataca niveles sumamente profundos de la emotividad

Problemas sexuales: Frigidez: Siempre a nivel del inconsciente, se manejan las sensaciones de placer equivocadamente, bloqueando la capacidad del placer sexual, como una necesidad de bloquear una situación desagradable, un recuerdo etc.
Problemas de autoestima: baja de su estima personal al destruir a su propio hijo. Al comprender que con destruir a su hijo destruyeron también la familia que el pudo haber tenido, la felicidad que pudo haber recibido, los logros profesionales que pudo haber realizado, etc.

¿Qué es el Síndrome postaborto?

1. Una condición por medio de la cual el aborto destruye el vínculo natural entre los padres y su hijo, y que deja a la madre y al padre con la sensación de que les falta algo.

2. Un conflicto que se crea en la mujer entre su papel de madre y el papel que desempeña en la destrucción de la vida de su niño no nacido.

3. Una negación de la pena y el luto que una mujer tiene que reconocer y expresar por su hijo abortado.

4. Una condición que debilita tanto física como emocionalmente, y que puede disminuir el funcionamiento y el bienestar de la mujer como individuo, en la sociedad y dentro de su familia.

5. Un conflicto que otros miembros de la familia también experimentan en sus respectivos roles después del aborto.


¿Quién sufre del Síndrome postaborto?

Cualquiera puede sufrirlo.
Los hombres y mujeres que han perdido un niño debido a un aborto.
Los niños y abuelos que han perdido a un hermano o a un nieto a través del aborto.
"Es muy común que las mujeres tengan una reacción tardía a un aborto. Pueden transcurrir de algunas semanas a muchos años antes de que aparezcan síntomas ¿ cuales son algunos de los síntomas?
Negación, ira, culpa.
Incapacidad de tener relaciones en la sociedad.
Desespero o depresión.
Abuso de niños.
Incapacidad de perdonarse a uno mismo o a otros.
Pesadillas que se repiten.
Relaciones rotas.
Negación de la pena y la aflicción por el niño abortado.
Pena y aflicción por la pérdida del niño que sienten los padres, los abuelos, los niños, otros miembros de la familia u otras personas.
Desórdenes en el comer.
Preocupación por la muerte o en el aniversario del aborto.
Pensamientos o tendencias suicidas.
"Cuando sostengo al bebé de un amigo, lo sufro todo otra vez. Siento gran tristeza porque el mundo nunca conocerá a los dos hijos que aborté." - Linda Marie.

"Físicamente no tuve problemas con mi aborto, pero emocionalmente viví un infierno que continúa conmigo diariamente." - Terri Fangman.

"Me dijeron que esa era la mejor decisión. Pero no me hablaron sobre el vacío emocional y físico que iba a sentir y que me destruiría para siempre. ¿Qué puedo hacer con el dolor que siento?" - Nereida Ortiz.

iMétodos anticonceptvos




ANILLO

Efectividad aproximada: 99%, si su uso es perfecto.
Disponibilidad: En farmacias, con prescripción médica.
DE QUÉ SE COMPONE Y CÓMO FUNCIONA?
Este método es un anillo de plástico transparente y flexible de algo más de cinco centímetros de diámetro que se coloca en la vagina como si fuera un tampón. Libera de forma constante gestágeno y estrógeno.
El gestágeno tiene tres mecanismos de actuación en el aparato reproductor femenino: inhibe la ovulación y, de modo secundario, espesa el moco cervical y provoca cambios en el endometrio.
El engrosamiento del moco frena la entrada de los espermatozoides mientras que la alteración del endometrio (adelgazamiento) origina que éste no se encuentre en las condiciones adecuadas para recibir al óvulo.

¿CÓMO SE UTILIZA?
La mujer introduce ella misma el anillo en su vagina una vez al mes, entre el primer y quinto día del ciclo. Cada anillo funciona durante tres semanas, después hay siete días de descanso en los que llega la menstruación y no hay peligro de embarazo.
Para colocarlo, sólo hay que extraer el anillo del envase, comprimirlo entre los dos dedos e introducirlo en la vagina, eligiendo la posición más cómoda (por ejemplo, de pie, con una pierna elevada o sentada en el bidé). Si se introduce bien, no se nota que está puesto.
Si, por alguna razón, el anillo sale fuera de la vagina durante más de tres horas, es preciso emplear otro método contraceptivo hasta que el anillo permanezca de nuevo en la vagina otros siete días.
La vuelta a la fertilidad es rápida en cuanto la mujer abandona este método anticonceptivo.
VENTAJAS Y DESVENTAJAS

Ventajas
- Dosis de hormonas menor que la píldora (puede minimizar efectos secundarios como el dolor de cabeza, los vómitos o la tensión mamaria)
- Se cambia cada mes.
- Efectos beneficiosos similares a los de la píldora (reducción del sangrado y dolor, prevención de la anemia, regularidad del ciclo, disminución del acné).
Regularidad del ciclo menstrual.
Desventajas
- No protege contra las Enfermedades de Transmisión Sexual.
- Puede producirse irritación vaginal o cambios en la consistencia del flujo.
- Algunos hombres se quejan de que el anillo se nota durante el coito.
- Posible expulsión desapercibida, por ello es aconsejable que la mujer compruebe su colocación de vez en cuando.
- No están testados los efectos de distintas medicaciones vaginales sobre el anillo anticonceptivo.
- La mujer debe insertarlo y extraerlo ella misma.
- Algunos efectos secundarios similares a los de la píldora (cambios en el peso, sensibilidad mamaria).
No es posible conservarlo a temperaturas altas (a más de 25 grados centígrados el anillo se daña) o muy bajas (se vuelve rígido).


DISPOSITIVO INTRAULTERINO

Efectividad aproximada: 99,7% (DIU de cobre) / 99,9% (DIU liberador de hormonas).
Disponibilidad: El DIU de cobre se adquiere con o sin receta médica en farmacias y luego el ginecólogo realiza la colocación. En ocasiones, el propio ginecólogo suministra e inserta el dispositivo a la mujer sin salir de la consulta. No obstante, para adquirir el DIU hormonal en las farmacias, siempre es necesaria la prescripción médica.

¿DE QUÉ SE COMPONE Y CÓMO FUNCIONA?

El DIU es un dispositivo de plástico, pequeño, flexible y en forma de T o más curvo (éste último modelo denominado 'ancora'). Tiene un tamaño aproximado de tres centímetros y existen distintos tipos:
- DIU inerte: está elaborado sólo de plástico o acero inoxidable. Fue el primero de todos, pero hoy casi ninguna mujer lo emplea.
- DIU portador de cobre: es el más usado y está hecho de plástico envuelto en cobre. La elección de este material como recubrimiento del DIU se debe a que se ha comprobado que este metal es tóxico para el endometrio, de manera que lo altera con facilidad. También se fabrican recubiertos de plata o de oro.
- DIU liberador de hormonas: es de plástico y cantidades de gestágeno.
La inserción del DIU genera una reacción del endometrio ante un cuerpo extraño. Este tejido sufre alteraciones por lo que no está en condiciones de recibir al óvulo. En el caso de que el dispositivo sea hormonal, los cambios en el endometrio se acompañan de espesamiento del moco cervical para dificultar la penetración del esperma y, en ocasiones, inhibición de la ovulación.
El retorno a la fertilidad se produce tras la extracción del DIU de manera inmediata.
Libera de manera constante pequeñas

¿CÓMO SE UTILIZA?

El médico inserta a la mujer el DIU en la cavidad uterina. El proceso es sencillo, dura sólo unos minutos y puede realizarse con o sin anestesia local.
Es aconsejable que la implantación de este dispositivo tenga lugar durante los últimos días de la menstruación o justo después, de modo que el cuello del útero se encuentre abierto.
La duración habitual del DIU de cobre y hormonal es de cinco años. El DIU inerte está en desuso, ya que las otras dos versiones son más eficaces.

VENTAJAS Y DESVENTAJAS

Ventajas

- Duración a largo plazo (cinco años).
- El DIU de cobre no tiene efectos hormonales secundarios.
- Salvo casos anecdóticos, el DIU no interfiere en las relaciones sexuales.
- Fácil adaptación.
El DIU con hormonas puede reducir la cantidad y el dolor menstrual y por ello es aconsejable para mujeres con sangrado excesivo y doloroso durante la regla.

Desventajas

- Según estudios, hay que tomar medidas de precaución que minimicen el riesgo de Enfermedad Pélvica Inflamatoria (infección que puede afectar al útero, trompas de Falopio u ovarios) en la inserción del DIU.
- No protege contra las Enfermedades de Transmisión Sexual.
- El DIU aumenta la posibilidad de que se produzca un embarazo ectópico (fuera del útero).

- Se pueden producir manchas o sangrado entre reglas.
- Un médico debe colocarlo y extraerlo. La inserción puede resultar molesta, dado que normalmente se realiza durante la menstruación.
- Posible expulsión durante los primeros meses de uso.
- Posibles efectos secundarios (dolor abdominal y reglas abundantes) en los primeros meses. La extracción es obligada en algunas mujeres.
- Posibilidad remota de perforación durante la inserción del DIU.


METODOS DE BARRERA

Esta definición engloba a los anticonceptivos que la mujer inserta en su vagina antes del coito. Algunos de ellos, además de evitar el embarazo, pueden proteger contra las Enfermedades de Transmisión Sexual en cierta medida o por completo, como es el caso del condón femenino.
No liberan sustancias hormonales por lo que la mujer está libre de los efectos secundarios asociados a éstas, pero presentan una probabilidad de embarazos más alta que otro tipo de métodos contraceptivos.
TIPOS:
DIAFRAGMA

¿DE QUÉ SE COMPONE Y CÓMO FUNCIONA?
El diafragma es un capuchón de látex o silicona que la mujer inserta en su vagina, de tal manera que este dispositivo cubre el cuello del útero y parte de la pared vaginal. Es conveniente utilizarlo con espermicida, que facilita una protección adicional.
Este sistema bloquea la entrada del esperma en la cavidad uterina y el espermicida lo destruye. Hay disponibles varios tamaños de diafragma según su diámetro (65, 70, 78, 80, 85 y 90 milímetros).

CÓMO SE UTILIZA?

Antes del uso habitual del diafragma, el médico debe adaptarlo al cuerpo de la mujer para asegurar la correcta colocación. A partir de ahí, la usuaria se lo inserta ella misma media hora antes de la relación sexual, cubriéndolo previamente con espermicida.
Debe dejarlo en la vagina entre dos y tres horas después del coito para que el espermicida actúe (los espermatozoides tardan una o dos horas en morir dentro de la vagina) y nunca más de 24 horas por riesgo de infecciones.
Pueden practicarse varias relaciones sexuales con el diafragma puesto durante este tiempo, sin necesidad de extraerlo. Algunos ginecólogos recomiendan no sacar el dispositivo para cubrirlo con más espermicida, si se va a continuar su uso, y así evitar la entrada de esperma en el útero.
La duración de este método depende del uso y de los cambios corporales de la mujer, no obstante, es aconsejable desecharlo al año de utilización. Tras su empleo, se limpia cuidadosamente con agua y jabón neutro.

VENTAJAS Y DESVENTAJAS

Ventajas

- Protege contra algunas Enfermedades de Transmisión Sexual, en concreto, las infecciones por clamidias.
- No hay efectos hormonales.
- Se puede dejar de emplear en cualquier momento.
- Mantiene la protección anticonceptiva durante 24 horas.
- Se puede introducir antes de la relación sexual por lo que no interrumpe el coito.
- La mujer se coloca ella misma el diafragma.
Desventajas
- Las mujeres que han tenido hijos pueden presentar índices más altos de embarazo accidental debido a cambios en la estructura corporal que dificultan la adaptación del diafragma.
- El diafragma crea una barrera física contra el esperma, pero no es una defensa eficaz frente a todos los agentes que pueden atacar el cuello del útero. Protege de las infecciones por clamidias, pero no de la mayoría de Enfermedades de Transmisión Sexual ni del sida.
- Es aconsejable cambiarlo al año de uso, si la mujer sufre una alteración de peso importante o si ha tenido hijos, ya que estas circunstancias pueden influir en la adaptación del diafragma al cuerpo.
- Su colocación resulta difícil para muchas mujeres.
- Posible sensibilidad al espermicida que acompaña en la utilización de este método.
- No debe extraerse hasta pasadas dos o tres horas desde la relación sexual.
- La primera vez, antes de ser usado con normalidad por la mujer, debe adaptarlo un médico al cuerpo de la usuaria.
- Algunas mujeres encuentran su uso molesto por la dificultad de ajustarlo. Se necesita algo de práctica.
- Requiere nueva adaptación después de un parto.
CAPUCHON

¿DE QUÉ SE COMPONE Y CÓMO FUNCIONA?

El capuchón o cubierta cervical es más pequeño y rígido que el diafragma, está hecho de látex y tiene forma de una pequeña taza con bordes redondeados. El objetivo es que se ajuste al cuello del útero e impida la entrada de los espermatozoides.
Al igual que el diafragma, debe usarse con espermicida y existen diferentes tamaños.

CÓMO SE UTILIZA?

Antes del uso habitual del capuchón, el médico debe adaptarlo al cuerpo de la mujer para asegurar la correcta colocación. A partir de este momento, la mujer cubre el dispositivo con espermicida y lo inserta en su vagina media hora antes de tener relaciones sexuales.
Tras el coito, este método no debe extraerse hasta pasadas unas dos o tres horas para que la acción del espermicida (los espermatozoides tardan una o dos horas en morir dentro de la vagina) no se interrumpa.
El capuchón mantiene la protección anticonceptiva durante 48 horas, exceder este tiempo puede dar lugar a infecciones. Mientras tanto, es posible emplearlo varias veces sin necesidad de sacarlo. Algunos ginecólogos recomiendan no extraer el capuchón para cubrirlo con más espermicida, si se va a continuar su uso, y así evitar la penetración de esperma en el útero.
La duración de este método depende del uso y de los cambios corporales de la mujer, no obstante, es aconsejable desecharlo al año de utilización. Tras su empleo, se limpia cuidadosamente con agua y jabón neutro.

VENTAJAS E INCONVENIENTES

Ventajas

- Protege contra algunas Enfermedades de Transmisión Sexual, en concreto, las infecciones por clamidias.
- No hay efectos hormonales.
- Se puede dejar de emplear en cualquier momento.
- Mantiene la protección anticonceptiva durante 48 horas.
- Se puede introducir antes de la relación sexual por lo que no interrumpe el coito.
- La mujer se coloca ella misma el capuchón.
Desventajas
- El capuchón crea una barrera física contra el esperma, pero no es una defensa eficaz contra todos los agentes que pueden atacar el cuello del útero. Protege de las infecciones por clamidias, pero no frente a la mayoría de Enfermedades de Transmisión Sexual ni el sida.

- Si la mujer sufre una alteración de peso importante o si ha tenido hijos es aconsejable cambiarlo al año de uso, ya que estas circunstancias pueden influir en la adaptación del capuchón al cuerpo.
- Su colocación resulta difícil para muchas mujeres.
- Posible sensibilidad al espermicida que acompaña en la utilización de este método.
- No debe extraerse hasta pasadas dos o tres horas desde la relación sexual.
- La primera vez, antes de ser usado con normalidad por la mujer, debe adaptarlo un médico al cuerpo de la usuaria.
- Algunas mujeres encuentran su uso molesto por la dificultad de ajustarlo. Se necesita algo de práctica.
- Requiere nueva adaptación después de un parto.

CONDON FEMENINO

¿DE QUÉ SE COMPONE Y CÓMO FUNCIONA?

Es una funda de poliuretano, un plástico suave, delgado y transparente que la mujer inserta en su vagina antes de la relación sexual.
Uno de los extremos de esta funda está cerrado y tiene un aro flexible que se coloca en la vagina. El lado opuesto del condón tiene un anillo de mayor tamaño y está abierto. Así, este extremo permanece fuera de la vagina y protege los genitales externos.
Este condón mide cerca de 17 centímetros de largo e impide el contacto del esperma con el útero.

¿CÓMO SE UTILIZA?

Antes del uso habitual del diafragma, el médico debe adaptarlo al cuerpo de la mujer para asegurar la correcta colocación. A partir de ahí, la usuaria se lo inserta ella misma media hora antes de la relación sexual, cubriéndolo previamente con espermicida.
Debe dejarlo en la vagina entre dos y tres horas después del coito para que el espermicida actúe (los espermatozoides tardan una o dos horas en morir dentro de la vagina) y nunca más de 24 horas por riesgo de infecciones.
Pueden practicarse varias relaciones sexuales con el diafragma puesto durante este tiempo, sin necesidad de extraerlo. Algunos ginecólogos recomiendan no sacar el dispositivo para cubrirlo con más espermicida, si se va a continuar su uso, y así evitar la entrada de esperma en el útero.
La duración de este método depende del uso y de los cambios corporales de la mujer, no obstante, es aconsejable desecharlo al año de utilización. Tras su empleo, se limpia cuidadosamente con agua y jabón neutro.
Anticoncepción de emergencia
Estos métodos pueden usarse para evitar el embarazo después de haber mantenido una relación sexual y siempre que:
- No se haya empleado ningún tipo de método contraceptivo durante el coito.
- El método anticonceptivo haya fallado (se rompió el condón, se expulsó el DIU o el anillo, se desprendió el parche de la piel, la mujer olvidó tomar la píldora, etcétera).
- La mujer haya sido víctima de una violación.
La píldora poscoital es el anticonceptivo de emergencia más usado. La colocación de urgencia del DIU se realiza en pocas ocasiones en España. Ninguno de ellos protege contra las Enfermedades de Transmisión Sexual.
En la actualidad, la Organización Mundial de la Salud aboga por facilitar el acceso de las mujeres a estos sistemas de emergencia. Su utilización conllevaría una reducción considerable del número de abortos, en el caso de los embarazos no deseados.

TIPOS DE PASTILLAS:

• PAE (Pastillas Anticonceptivas de Emergencia) o 'píldora del día después'
Se trata de píldoras hormonales anticonceptivas que la mujer puede usar para prevenir el embarazo hasta 72 horas (tres días) después de la relación sexual de riesgo.
Este método de anticoncepción se debe aplicar sólo en caso de emergencia. Pueden utilizarlo todas las mujeres, no hay restricciones de edad, siempre que no se haya confirmado que están embarazadas.
No protege contra las Enfermedades de Transmisión Sexual

¿DE QUÉ SE COMPONE Y CÓMO FUNCIONA?

La función principal de estas pastillas es la de inhibir la ovulación, pero todo depende del momento del ciclo menstrual:
-Si la ovulación no se ha producido, pueden bloquearla y así evitar la liberación del óvulo.
-Cuando las PAE se toman después de la ovulación, estas píldoras impiden que el óvulo sea fecundado.
- A pesar de que el mecanismo de acción no está del todo establecido, las PAE no tienen efecto cuando ya se ha producido la fecundación. Por ello, no causan el aborto del óvulo implantado o embrión, no interrumpen un embarazo en desarrollo.
Las PAE están elaboradas únicamente de levonorgestrel (gestágeno). Cada comprimido se fabrica con 0,75 miligramos de esta hormona si se trata del régimen habitual de dos dosis. También existe, aunque es más reciente, una dosis única de 1,5 miligramos.
La antigua 'píldora del día después' se basaba en el régimen de Yuzpe que conllevaba la ingesta de anticonceptivos comunes en una cantidad mayor a la habitual. Este método ha sido desechado por los efectos secundarios que produce (náuseas, vómitos, trombosis,etcétera) y la gran tasa de fallos (es tres veces menos eficaz que la actual píldora poscoital).

¿CÓMO SE UTILIZA?

- Régimen de levonorgestrel (dos dosis): dos pastillas de 0,75 miligramos administradas con 12 horas de diferencia hasta 72 horas después de la relación sexual.
- Régimen de levonorgestrel (una dosis): dosis única de 1,5 miligramos dentro de las 72 horas tras la relación sexual.
A partir de la toma de la píldora poscoital, la menstruación suele venir en la fecha que la mujer prevé según su ciclo habitual o atrasarse pocos días. Es probable que se produzca un pequeño sangrado antes de que la mujer vuelva a tener la regla con normalidad.

DIFERENCIAS CON LAS PASTILLAS ABORTIVAS

Una mención aparte merecen otro tipo de pastillas, las abortivas. Se trata de una combinación de medicamentos que interrumpen el embarazo. No deben confundirse con las píldoras poscoitales que no producen el aborto del óvulo fecundado o embrión.
'Píldora del día después'
- Función: previenen el embarazo después de relaciones sexuales sin protección, cuando el método anticonceptivo ha fallado o en caso de violación.
- Composición: son píldoras de levonorgestrel, un gestágeno.
- Acción: inhiben la ovulación o impide la fecundación. No interfieren si el embarazo se ha producido.
- Disponibilidad: estas pastillas no requieren un examen médico previo, pero sí una receta. A partir de ahí, la mujer compra la medicación en la farmacia y la toma por su cuenta, siguiendo las indicaciones que le ha dado el ginecólogo. En algunas comunidades autónomas, esta píldora se facilita en los centros de planificación familiar u otros similares.
- Efectos secundarios: no tienen.
Aborto médico
- Función: Interrumpen un embarazo ya establecido en una fase temprana.
- Composición: Los medicamentos que se suministran son metotrexate o mifepristone y en segundo lugar, misoprostrol.
- Acción: En un primer momento, el médico facilita metotrexate o mifepristone a la mujer.
El metotrexate se administra en forma de inyección o pastilla. Previene la implantación del óvulo en las paredes del útero.
El mifepristone es una píldora que bloquea la hormona progesterona, encargada de sostener el embarazo.
La elección de un medicamento u otro varía según las características de la paciente que debe ser aconsejada por el especialista.
El segundo paso es la toma de la pastilla de misoprostol. Se ingiere por vía oral o bien se introduce en la vagina. Su función es la de estimular las contracciones del útero para que se expulsen los contenidos.
- Disponibilidad: la administración de esta píldora se realiza bajo supervisión médica en el hospital o clínica. Por lo general, la medicación se suministra en
varios días, incluso semanas. Requiere más de una visita a la clínica para asegurarse de que el aborto se ha completado.
- Efectos secundarios: son similares a los que se producen tras un aborto espontáneo. Existe la posibilidad de que la mujer sufra dolor abdominal, sangrado y molestias gastrointestinales.
Un estudio publicado en el 'American Journal of Epidemiology', en julio de 2004, revela que el uso del mifepristone para inducir el aborto no tiene efectos negativos en futuros embarazos.

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